Milagros del Yoga: ¿Cómo progresar en la Meditación?

El sendero de la Meditación disuelve la ignorancia y
otorga la Unión con el Principio Divino.

(Sri Sathya Sai Baba)

Practicamos Meditación para aquietar la mente. Unos lo hacen para encontrar paz interior en medio de los quehaceres diarios... Otros van más allá, buscan la conexión con el Creador a través del silencio mental.

Existen muchos ejercicios para facilitar el inicio de la practica meditativa. Al principio se debe facilitar la atención escogiendo objetos de concentración que agraden a la mente y sean fuente de alegría: una flor, la luna, el sol del ocaso, un paisaje, un mándala, un punto luminoso, la llama de una vela, la imagen de un santo o de Cristo o de Krishna, etc... cualquiera que pueda traer paz a nuestro corazón.
Sentarse en postura cómoda con la columna erguida y fijar la vista en el objeto elegido. Procurar no parpadear y si fuera necesario cerrar los ojos, visualizaremos la imagen en nuestro entrecejo.
La concentración se fortalece gradualmente sin prisa, lenta y firmemente: al principio, realizar el ejercicio durante un minuto, luego tres minutos; días más tarde, durante seis; tras algún tiempo, nueve; al pasar el tiempo se podrá mantener durante media hora de forma cómoda y disfrutando de la agradable sensación que surje al experimentar el silencio interno.

Para los que buscan la supra-consciencia y la conexión con el Creador, deberán fijar la visión firmemente en el Señor que reside en el corazón, apartando cualquier otro pensamiento. Esa es la verdadera meta.

Obstáculos en la disciplina de Meditar:
Los pensamientos son clasificados como sátvicos (puros), rajásicos (inquietos) y tamásicos (inertes y esclavizantes). Los rajásicos y los tamásicos tienen que ser vigilados y arrancados de raíz. La meditación es el arma para esta tarea pues si el aspirante espiritual permite que la mente vague no podrá identificar sus propias faltas.
El aspirante debe vencer por medio de la continua auto-observación cualidades tamásicas como son: orgullo, enojo, presunción, engaño, malicia, envidia, vanidad, tendencia a encontrar faltas en los demás, exhibición de superioridad, ansia por conocer las debilidades de otros, etc.
Hablemos de algunas de estas cualidades:

Orgullo.- Este es la fuente de todas las cualidades tamásicas. Para deshacerse del amor propio hay que evitar pensamientos como: "Mi opinión es la correcta", "mis acciones son buenas", "soy el mejor"... La meditación aclara la mente agitada, otorga valentía y sabiduría para vencer el orgullo.

Enojo.- El enfado es hijo del orgullo y se puede vencer mediante un esfuerzo sistemático, se ha de vigilar hasta los asuntos más insignificantes. Entre otras cosas, el enojo se despierta cuando alguien señala nuestros defectos. El agradecimiento hacia las personas que ayudan a ver como somos, es importante.

Discusión y argumentación.- El aspirante espiritual (sadhaka) debe minimizar todo lo que fomente el espíritu de competencia y conduzca a represalias. El merito está en no sentirse humillado o furioso cuando nadie reconoce las cualidades positivas de uno mismo. La mayor trampa que puede hacer perder el Camino de crecimiento interno es el deseo de recibir alabanzas.

¿Cómo progresar en la Meditación?

Para obtener rápidos resultados en la disciplina de la Meditación, es necesario purificar la mente mediante la practica de la ética yoga, osea cumplir con los seis pasos previos a la Meditación que aconsejaba Patanjali:
- Yama: Respeto-Amor hacia todo ser vivo. No causar dolor.

- Niyama: Buenos hábitos de higiene mental y física.
- Asanas: Realizar posturas para desbloquear energía.
- Pranayama: Control de la respiración.
- Pratyhara: Abstracción de los sentidos.
- Dharana: Concentración. La capacidad para concentrarse es una cualidad muy útil. Vigilar las divagaciones de la mente: cómo viaja, qué objetos persigue, etc., y lentamente, mediante la meditación, se deberá aquietar la mente.

Si se ignoran los pasos anteriores, todo esfuerzo será pérdida de tiempo.

Para progresar en la concentración y en la meditación se requiere de un sentimiento de alegría constante, que ha de ser escogido libremente. El contento (santhosa) es el Camino Real.

Dice B. Antonov que ante las puertas de la autorrealización están situados varios guardias para pedir credenciales. Estos son el equilibrio mental, la alegría, el contento, la paz interior, la indagación, el discernimiento, etc. Si tan sólo se hace amistad con uno de ellos, los otros facilitarán su entrada.

Si no hay contento, los deseos obnubilan la mente del aspirante. El deseo se convierte en codicia, y ésta degenera en avaricia y lujuria. La loca persecución de goces pasajeros no ayudan a desarrollar la concentración. Y sin esta capacidad, ¿cómo se puede emprender la Meditación?

El hombre contento puede sumergirse en la Meditación durante largos períodos sin sentir fatiga.

También es necesario aprender a estar cómodos en cualquier sitio y orar al Señor. Aunque un lugar tenga inconvenientes, hay que sobreponerse entrenando la mente.

Orar con sinceridad es necesario para liberarse de todo obstáculo. Krishna dijo: "Cuando empiecen a fijar sus pensamientos en Mí, todo pensamiento que los agite será calmado por mi gracia". El Creador es el mismo para todos, no importa el nombre que se le da en cada cultura, EL cuida de todos.