jueves, 26 de abril de 2012

Las asanas corrigen la postura corporal


Eva Revuelta Díaz
Eva Revuelta Díaz (13 de agosto de 1967) es una cariñosa jardinera que lleva tres años asistiendo a las clases de yoga que imparte Milagros S. Trullen en el Polideportivo y en Sananda (Jaca). Ella ama el contacto con la tierra, los árboles, las flores, los animales, disfruta enormemente el aire libre. Pero aquí nos comenta sus vivencias con el yoga.

¿
Eva, en qué estado salud física te encontrabas antes de asistir a las clases de yoga? Los médicos me habían diagnosticado Meniscopatía del menisco externo en la rodilla izquierda.

Antes de comenzar a practicar yoga llevaba veinte años, aproximadamente, cojeando debido a la lesión del menisco. Esto había producido una acomodación en la parte inferior de la espalda, en el coxis, que me producía una constante presión sobre el nervio ciático. Cuando, por fin los médicos me quitaron el menisco, parecía que todo se iba a solucionar... pero, aunque ya no cojeaba, siempre tenía dolor y la impresión de que me iba a dar una crisis de ciática. Acudí a un osteópata que me colocó en su sitio el coxis y, a la par, comencé a acudir a las clases de yoga.

Mi cuerpo se resistía a adoptar la nueva posición, pero las asanas (posturas de yoga), sobre todo las de torsión de columna, ayudaron a que la parte inferior de la espalda recordara su estado natural. Nunca más he tenido la menor molestia, a pesar de que mi trabajo requiere de importantes esfuerzos en esa parte de la columna.

Eva, en primer plano, practica yoga en el Polideportivo de Jaca
Psicológicamente, ¿Cómo te sentías  cuando comenzaste a practicar yoga? Hacía unos 10 años que sufría ataques de ansiedad con toda su parafernalia: taquicardias, mareos, sensación de falta de aire, dolor en la zona del corazón... Esta situación fue desencadenada por una vivencia muy estresante en el aspecto laboral y familiar.

Yo acudía a las urgencias médicas y me hablaban de ansiedad. Yo no entendía nada porque nadie se dignaba a explicarme qué significaban esos cuadros. Poco a poco fui informándome y aprendiendo a convivir con esta forma de respuesta de mi cuerpo-mente...

En las clases de yoga aprendí el dominio y control de mis pensamientos, de mi respiración y de mi cuerpo en su totalidad. En la actualidad no sufro de crisis importantes de ansiedad y, aunque no puedo decir que la he superado, se que tengo una herramienta en mis manos que puedo utilizar en cualquier lugar, en cualquier momento y , solamente el saberlo, me produce mucha tranquilidad.

¿Qué mejorías te ha proporcionado el yoga en tu vida? Ya no tengo molestias en la columna, a pesar de mi trabajo. Siento que mi columna es fuerte.

Además ahora soy capaz de calmar la mente. He aprendido que los ejercicios de control de respiración aquietan mi mente... Aunque no siempre tengo la fuerza de voluntad para utilizarlos.

En el trabajo tengo más armonía y equilibrio a la hora de hacer esfuerzos y soy muy consciente de los músculos que participan en el trabajo... aunque tengo que tener la mente en el momento presente para ello... esto me cuesta más.

Eva, al fondo, realiza la postura del Pez.

¿Cuáles son las practicas del yoga que más disfrutas? Me gustan mucho las asanas porque me ponen muy en contacto con todas las partes de mi cuerpo, me hacen sentir muy en presencia de mi misma... Estaba tan alejada de mi cuerpo...

Me sientan muy bien las asanas de torsión de la columna. También las que abren la caja del pecho como el pez, siento que el espacio en que se alberga el aire que respiro se hace más grande. También me gustan mucho las de fuerza, me encanta la postura del guerrero. Igualmente, disfruto las posturas de equilibrio, en las que, aunque no las domino todos los días, veo cómo esta la balanza de mi cuerpo... me gusta la postura del  árbol.


Y lo que mejor he aprendido y practico en mi vida cotidiana es la técnica de la relajación...en ocasiones sólo he de tener la intención de relajarme para que mi cuerpo se disponga automáticamente a ello. Me cuesta más relajar mi mente, pero creo que es cuestión de práctica.

En primer plano, vemos a Eva en una de las posturas del Saludo al Sol (Suryanamaskar)

¿Qué practicas de yoga te gustan menos? Lo que más me cuesta es el control de la respiración (pranayamas). También me molestan las asanas de inversión en las que nos apoyamos en el cuello. Aunque siento como descansan las vísceras y las piernas al estar elevadas, todavía me molesta la presión que sufre mi nuca al apoyar el peso del cuerpo en ella. Esta molestia va a menos con el transcurso de la práctica
.
¿A quién recomendarías el yoga? A las personas que deseen fortalecer el cuerpo y la mente. Creo que la práctica continuada de yoga hace que, poco a poco, y casi sin darte cuenta, todo tu cuerpo se aúne en la tarea de encontrarse más fuerte, mas equilibrado y más armonioso.

Eva, gracias por tu colaboración. Deseo que sigas mejorando a todos los niveles, que sigas presente en las clases regalándonos tu dulce sonrisa y que la paz siga creciendo en tu interior con la ayuda del Yoga y de la Naturaleza a la que tanto amas.




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